La discalculia es un trastorno neurobiológico que se caracteriza por graves dificultades para el aprendizaje de las habilidades matemáticas. Para poder diagnosticar discalculia tienen que darse ciertas condiciones, como que el cociente intelectual esté dentro de la media, que la persona haya tenido una escolarización regular, es decir, que no haya pasado largos periodos sin ir a la escuela y, que no presente ninguna enfermedad neurológica ni trastorno de la vista u oído que explique mejor las dificultades de cálculo. El diagnóstico psicológico es de suma importancia para descartar otras dificultades o trastornos que pueden estar presentes, así como para identificar las áreas que están afectadas y trabajarlas específicamente.
¿Qué dificultades de cálculo pueden persistir en la edad adulta?
La discalculia se suele diagnosticar durante la infancia y la adolescencia. Todavía hoy se piensa que la discalculia “desaparece“ con la edad, y que las dificultades de cálculo se reducen mucho con la llegada de la pubertad. Sin embargo, lamentablemente las dificultades de cálculo son estables durante el desarrollo; es decir, si no se toman medidas de intervención adecuadas, las personas con discalculia a menudo mantienen sus dificultades en la edad adulta o, como mínimo, síntomas residuales. Esto se refleja en el nivel de formación académica y/o laboral que la persona alcanza, que suele ser inferior al de las personas sin estas dificultades, a pesar de que el adulto con discalculia desarrolla a lo largo de su vida estrategias compensatorias que le ayudan a “surfear“ el problema.
Las principales dificultades que pueden seguir apareciendo en la edad adulta son:
- Problemas para realizar operaciones de cálculo
- Lentitud al calcular
- Problemas para entender los enunciados de los problemas (o textos con datos numéricos)
- Problemas con el manejo del dinero (sobre todo calcular el cambio, porcentajes etc.)
- Problemas con el manejo de unidades de medida (longitudes y masa)
- Dificultad para interpretar tablas o gráficos
- Lentitud al transferir información de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo
- Dificultades de concentración
- Limitaciones en la memoria de trabajo
- Problemas para estructurar las tareas
A esto hay que añadir que muchas veces aparecen también problemas emocionales (como un sentimiento de baja valía) derivados de las dificultades de cálculo. Muchos adultos con discalculia se avergüenzan de sus dificultades y no suelen hablar de ellas. En muchos casos fueron tomados durante su infancia o juventud por “tontos“ o “vagos“, y, a menudo, los adultos de referencia (padres y profesores) negaban sus dificultades (tampoco había mucha información sobre el trastorno hasta hace unos años). Por estos motivos muchos adultos con discalculia están acostumbrados a ocultar sus dificultades para calcular.
Tratamiento de la discalculia en adultos
Muchos adultos con discalculia se preguntan si tiene sentido tratar sus dificultades ahora quer ya no son niños ni adolescentes. El tratamiento de la discalculia, llevado a cabo por un profesional cualificado (psicólogo/psicopedagogo) puede tener un efecto muy positivo en las habilidades de cálculo a cualquier edad. Debe basarse en un diagnóstico actual del adulto y en un plan de terapia con objetivos individualizados. En adultos con discalculia, muchas veces las habilidades de cálculo básicas que se aprenden en la escuela no están del todo asentadas. Es aquí donde se debe empezar a trabajar en muchos casos, en la construcción de una buena comprensión del número y de cantidades. La ventaja es que los adultos se enfrentan a la terapia con mucha más experiencia que en la etapa escolar y con mucha más motivación.
También se puede recurrir a programas por ordenador para trabajar las dificultades de cálculo, pero se recomienda utilizar estos programas sólo para automatizar las habilidades que se van trabajando en la terapia, y siempre supervisados por el terapueta que es quien diseña el plan de tratamiento a raíz de una evaluación exhaustiva.
La tecnología como ayuda
La terapia para adultos con discalculia, al igual que para niños o adolescentes, puede llevar tiempo. Por eso es importante que los adultos se ayuden de medios técnicos que les permitan compensar de manera rápida algunas dificultades. En la discalculia los medios técnicos que ayudan son:
- El uso de la calculadora para operaciones de cálculo (para calcular precios, el cambio, etc)
- Dispositivos digitales: a algunas personas con discalculia les resulta muy complicado el procesamiento de números analógicos. Una buena solución son, por ejemplo, los relojes y los pesos digitales, que suelen resultar más fáciles de leer.
Nunca es tarde para tratar las dificultades de cálculo; nunca es tarde para invertir en uno mismo y mejorar.
[…] tratamientos no son solo para niños o adolescentes: los adultos con discalculia también pueden iniciar una terapia psicológica que, con la ayuda de programas por ordenador, […]